Tocando al mismo son

Museo Inflable Itinerante

Papalotla, Edo. Mex., 2018

Arquitectura efímera, Diseño expositivo, gestión de producción.

Proyecto.
Aprendiendo con Cultura A.C.

Producción.
Publiglobos

Artistas Invitados.
Christian Franco: arte visual
Ernesto Romero: arte sonoro

Programa Educativo.
Laura Bordes

Tierra, música y frijol. Este proyecto llegó a su fase de realización al interactuar con las primeras personas de su vida. El resultado fue sorprendente gracias al trabajo de Aprendiendo con Cultura A.C. y Estudio 3.14, pues hicimos un frente común para resolver todos los retos que un producto experimental puede presentar.

Los frijoles gigantes se instalaron en el jardín central de Papalotla, Estado De México, por 10 días, como un proyecto integral de cultura pensado para ofrecer nuevas experiencias de conocimiento y convivencia basados en la profunda tradición itinerante y festiva que tenemos en México.

En ese tiempo presentamos una exposición sobre música llamada Tierra Fértil, que busca borrar las fronteras entre la audiencia y los músicos, animando a los visitantes a experimenta por medio de su participación cómo la música puede llegar a ser fácil de entender. Cada frijol contiene uno de los siguientes temas: la ciencia de la música, la música y la tecnología y la letra en la música. El recorrido interpretativo está lleno de actividades y experimentos que activan las infografías a lo largo del museo. Entre éstas destacan un mapa del territorio y géneros nacionales, o un mapa de la evolución musical a partir de la invención del micrófono.

Estos rostros de celebridades míticas son una pieza comisionada al artista Cristian Franco. ‘16 posters de conciertos falsos’ es una sere de imágenes versadas en un lenguaje visual de culto que rompe con los paradigmas de la canción mexicana.

Más allá de estas colaboraciones, es la participación la que se destaca y habilita el intercambio cultural; enfrentar el miedo y la apatía a los que estamos tan acostumbrados.

Una pieza de arte interactiva, “La Constelación” ayuda a dirigir de improvisaciones musicales grupales, instruyendo por medio de luces al público que es a su vez intérprete y director. Diseñamos todos los componentes de esta idea para poder volverla verdaderamente itinerante, lo que derivó en un diablito que es un kit prêt-à-porter para trasladar la pieza de un lado a otro.

Este recinto está diseñado como un traje a la medida de una cultura que está acostumbrada a la personalización, a moverse, a ocuparse y a no tener tiempo para hablar, convivir y abrir sus sentidos. Es un museo de sastre para sacarnos de la rutina y recordarnos que es la misma cotidianidad la que inspira las canciones que amamos, y que la identidad se forja día a día con cada taco de frijol.